sábado, 30 de enero de 2016

¿Belleza?

Soy un listo entre tontos o un idiota entre mentes brillantes.
¿Quién otorga la belleza?
Hoy un cuadro negro es arte, antaño una broma.
La simplicidad de un café extravagante es de sumo buen gusto y el torrente de la voz del alma sin adornos, es infantil.
Libros, cuadros o canciones dormitaron en el olvido, hasta que alguien “apreció” sus hermosas formas.
¿Acaso, el miedo de no saber apreciar lo bello es lo que origina la belleza?

jueves, 28 de enero de 2016

Miedo a lo real

Te persigo a ti, eres la reina de mis sueños, el sentido que la vida me ofrece.
Despierto cada mañana horrorizado por el sacrilegio de separarnos. Me convenzo de que hay un motivo para no soñar.
Resoplo con la mirada en otro plano, en otra dimensión más bella. Inspiro, lleno mis pulmones con todo el aire que puedan almacenar.
Toco la pared con mis dedos, me aseguro de que la realidad sigue encerrada en su prisión, en su Caja de Pandora.
Cada mañana, salgo aterrorizado de mi refugio con la sensación de ser una deliciosa presa, perdida en la jungla y acechada por los ojos hambrientos de miles de fieras. Como un camaleón que se mimetiza, adopto la forma de un depredador, pero sigo siendo un ratón que espera que el ojo del águila no se fije en él....
Aunque quizás, todos somos ratones que se disfrazan de águilas con las plumas que encontramos en el suelo.


miércoles, 27 de enero de 2016

La vida del poder

Cuando Grok mató a Krok, el miedo le regaló una corona, y el amor de este, se la entregó a su hijo.
La envidia fabricó más en otros lugares y el anhelo de poseerla, se valió del asesinato y la traición para obtenerla.
Un ciclo que acabó cuando el sentimiento de injusticia nubló las mentes más sabias. Se agruparon y repartieron la corona entre todos, pero solo ellos podían tocarla.
Conocedores de los motivos que provocaron el fracaso de los anteriores dueños, ofrecieron la esperanza de que todos eran dueños de ella, aunque no la tocaran.
Cuando el engaño empezó a desaparecer, crearon un largo camino, tortuoso y con muchas condiciones, para aquel que desease sujetarla entre sus manos.
Unos pocos, conscientes de la gran mentira que rodeaba a la corona, emprendieron el difícil viaje hacia ella, con la promesa de que una vez en sus manos, la repartiría entre todos de verdad.
Según avanzaba su travesía, el viajero que tan convencido había partido, iba desapareciendo lentamente.
Cuando sujetó entre sus manos la codiciada corona, ya no quedaba nada de él y su promesa.

Tenía que gratificar a aquellos que le ayudaron en su difícil empresa, escucharía a aquellos que confiaron en él, pero solo él la portaría, pues solo él había llegado hasta ella.

lunes, 25 de enero de 2016

¿Y si somos tinta?

La luz mortecina de la luna consiguió colarse entre las cortinas e iluminó débilmente la estancia.
Varias estanterías gigantescas de color caoba y tan altas que tocaban el techo, poblaban la habitación. Estaban infestadas de libros, muchos mohosos y desgastados tanto que daba la sensación de que si lo arrancabas de su “maceta” , se convertirían en polvo en tus manos, en muchos el título, si es que algún día lo tuvo, era casi irreconocible.
Por otra parte había otros perfectamente conservados, con cubiertas doradas, letras de elegante caligrafía e ilustraciones hermosas, colores vivos y colores muertos, algunos con miles de páginas y otros no llegarían a la centena.
Era un paisaje precioso.
El rayo de luna mostró una chimenea pequeña, cuyas ascuas aún emitían el color rojizo del calor, pero sin madera ni fuego con el que seguir viviendo. La habitación era un caos ordenado, daba la sensación de que llevaba mucho tiempo sin abrirse, pero no había más polvo que el que cubría los lomos de los libros más antiguos, o quizás fuese por la poca luz que entraba.
La oscuridad volvió a reinar en aquel lugar cuando una sombra paso entre las cortinas. Había alguien.
Las voces de la calle eran débiles y distantes.
Las llamas comenzaron a rugir, declarándose reyes de los elementos y la estancia se iluminó.
Un libro cuyas tapas parecían las hojas recién arrancadas de un álamo amarillo, estaba descansando junto a una pluma que nadaba en su tintero, ambas sobre un escritorio de madera negra, ancho y macizo que inexplicablemente la luna no consiguió iluminar, o no quiso, pues se encontraba entre la chimenea y la ventana.
Una silueta se acercó a la mesa y posó sobre ella un botella de cristal, su superficie carente de rugosidad alguna dejaba ver el líquido incoloro que contenía. Se sentó en el pequeño taburete, adoptando una posición aparentemente bastante incómoda y se dejó caer hacia el lado derecho de la silla, extendiendo la mano, intentando encontrar algo que yacía en el suelo.
Se incorporó y depositó una copa encima de la mesa, abrió la botella y vertió su contenido en ella. El líquido se tornó rojizo por el reflejo de los rubíes que adornaban el cáliz.
Deshizo el nudo que hacia de candando al libro, mojó la pluma y empuño la copa, dejando que la luna revelara su huesuda mano, y se la bebió de un trago. Murmuró algo y volvió a llenarla.
Con la pluma tan solo unos milímetros por encima del papel se detuvo. Los minutos transcurrían mientras contemplaba abstraído las páginas vacías.
Despertó de aquella parálisis y dejó la pluma reposar en el tintero. Con suma delicadeza y lentitud en sus movimientos, cogió la botella y la alzó, colocandola de tal forma que los rayos de luna se estrellaran contra ella. Vio su rostro reflejado el vidrio.
Apartó la vista y la volvió a fijar. El ciclo se repitió tres veces.
Su cabello blanco, arremolinado le caía en mechones de diferente longitud sobre el rostro cubriendo casi por completo sus huesudas facciones. La frente, llena de arrugas de poca densidad, por la poca carne que aún le quedaba. Sus ojos blancos hasta el iris, parecían salirse de las cuencas y los pómulos se le hundían donde no había hueso. Su nariz eran dos agujeros en el centro de su rostro. Sin labios, su boca carecía de dientes.
Volvió a beber. Ya no había líquido en la botella cuando se estrelló contra el suelo y sus cristales se propagaron por toda la habitación.
Unas lágrimas cayeron en la primera página del libro sin escribir, agarró la pluma y comenzó.

“Jamás pensé que llegaría este momento, solo he sido consciente cuando lo he visto frente a mi.
Yo, que escribí la historia de quien creó a Dorian Grey, lloro y muero cuando veo mi rostro.
Fui yo, quien escribió todos los libros, quien dio vida a las palabras que salían de mi corazón, quién dotó de sentimientos a la tinta.
Creé las reglas, destruí civilizaciones y di a luz a otras. De mi nació el amor y el odio, introduje preguntas en las mentes que engendre, compuse la música que vuestros oídos disfrutaron, os regale el placer y condicione las normas de vuestra actitud...
Os escribí diferentes, ninguno de vuestros libros es igual, os doté de singularidad, poseísteis unas circunstancias y características que os hicieron únicos.
Inventé un lugar en el que existierais... Y ahora desaparecerá conmigo, matare a mis hijos con mi muerte. Mi alma sufre, afligida por la cruel vida mortal. Toda mi historia es la vuestra y la vuestra es el fruto de mi pluma..
Quizás yo sea como vosotros, la tinta de un libro que acumula polvo en algún rincón. En el libro de mi vida puede que estén escritos los vuestros.
¡Te maldigo cruel escritor que me asesinas junto a mis vástagos!

Pero hijos míos, no temáis, que cuando encuentren la tinta de mi existencia, volveremos a nacer...”

domingo, 24 de enero de 2016

Nuestro llanto

Física y Química, vosotras que regís nuestro universo, reinas de la sabiduría, que creasteis las leyes que cargan con el incalculable peso del espacio y del tiempo. 
¿Cómo pudisteis cometer tal aberración y crueldad?
Vosotras, que entre uno de vuestros innumerables milagros, le concedisteis al acto una potencia y al vacío le otorgasteis el don la materia
¿Cómo pudisteis cometer tal aberración y crueldad?
Ateneas despiadadas, disteis al no ser el poder de ser y este, fue aceptado con la ingenuidad propia de la niñez, ya que a falta de empirismo no supo ver vuestros oscuros propósitos.
Para alardear de vuestro infinito desprecio hacia vuestros hijos, volvisteis a obsequiarnos con vuestra mejor sonrisa a la par que nos regalasteis una rosa y con ella la evolución.
¡Pero que necios fuimos al no ver sus afiladas espinas! Hoy esa flor que antaño significo vivir es el puñal clavado en nuestra espalda nos desangra lentamente y nos somete a una profunda agonía.
Dicho tormento llegó a su máximo exponente con la conciencia, causante de la crueldad entre nosotros ,vuestros hijos.
Nosotros el Ser Humano, aniquilador de especie, destructor de mundos y ostentador de otros títulos del mismo calibre, somos el fallo de la evolución y sufrimos hasta que se apagan las luces.
Ser Humano apareces sin siquiera tener la opción de elegir para intentar encontrar el sentido a algo que nunca lo tuvo, pasas tu existencia intentando encontrar respuestas a preguntas que no son correctas.
Sientes miedo, dolor cuando el polvo te rodea, más cuando lo ves acercarse.
Cuando ves las cortinas cerrándose que indican que la función, esta a punto de finalizar, el gran mazazo final resuena en tu cabeza, la obra maestra del director.

¿Para que?

El consuelo de una muerte anunciada

Un viejo amigo va a visitar a otro a la habitación de un hospital.

-No estés triste, yo también me voy a morir.
-Ya, pero no pronto.
-O si, no lo podemos saber, lo mismo me muero mañana.
-Pero no sabes lo que te queda como a mí.
-Peor me lo pones, puedo dejar algo para mañana y no llegar a hacerlo nunca ¡Dios mio que tensión!
-Menudo consuelo me das, siempre supe que no expresabas muy bien tus sentimientos... ¡Pero esto ya es el colmo! Que me muero la semana que viene.
-¿No te consuelan mis palabras?-encogió los hombros
-Pues no la verdad.
-Bueno, pues te diré que cuando la entropía comience, volveremos a mant...
-Por favor, habla en cristiano que no comprendo tu jerga científica, ya lo sabes.
-Pues que cuando el Universo deje de expandirse y empiece a encogerse, el tiempo retrocederá y yo moriré antes que tu, si sobrevivo más de una semana claro.
-Eso me gusta más. ¿Cuando dices que empieza esa entropía?


sábado, 23 de enero de 2016

Quiénes somos y otras preguntas inconexas

Cuando pienso que quizás soy una, entre las millones de ideas de una sola mente encuentro humo.
Alguna teoría más “realista” es tan extravagante como esa, pues seguimos sin saber la respuesta a ¿Quienes somos?
¿Quién soy yo? Si por ser entendemos mi yo actual, te diría que soy una esponja, la suma de probabilidades que me han llevado hasta aquí, pero puede que me quedé mucho por absorber. Entonces para responder esa pregunta te diría que realmente yo, seré yo cuando muera y no pueda absorber nada más (si es que existe una muerte como nosotros teorizamos).
La vida es un puzzle y cuando lo acabas mueres. El tiempo ha ido creando las piezas que forman el tuyo y se ha valido de las circunstancias para elegirlas.
Hay quien dice que tenemos algo innato, voluntad, capacidad de elección. Yo creo que hasta esa misma “autonomía” se debe a algo, pero no sale de uno mismo sino de el entorno lo rodea.
Cuando naces, lo haces con unas posibilidades reducidas, quién “triunfó” fue por que pudo, no por que quisiese.
Un ejemplo muy sencillo, un jugador de fútbol profesional. Podríamos empezar diciendo que primero tendría que nacer sin ningún tipo de malformación, después que durante sus primeros años de vida hubiese gente de su entorno que practicase el deporte o que pudiese verlo por algún medio de comunicación y algo o alguien tendría que transmitirle el deseo de querer ser profesional. Si esa persona sigue viviendo y jugando tendría que hacer unos juicios valorativos y mantener el fútbol como primordial hasta conseguirlo. Pues imagínate que a esta persona le ocurren una serie de cosas, ya sea que sus padres fallecen y ya no puede jugar, se lesiona de por vida, estalla la guerra en su país, por presiones externas sucumbe a las drogas pues sus modelos a imitar son sus hermanos mayores, o justo cuando un ojeador de un equipo profesional va en busca de nuevas promesas él cae enfermo. Hay millones de situaciones que podrían convertirlo o no en jugador profesional.
No hay nada universal...
El bien de uno puede ser el mal de otro y viceversa. Matar a alguien esta mal. Hay muchos factores y motivos para desestimar esta afirmación. Imagínate que si matas a 20 personas salvas a 300. ¿Lo harías? En caso de que así fuese ¿Valdrían más las vidas de esas 300 personas? ¿Que opinarían los seres queridos de esas 20 personas? ¿Como se mide el valor de una vida? Las bombas que fueron lanzadas en Iroshima y Nagasaki mataron a más de 200.000 personas para “salvar” vidas. ¿Estuvo bien hacerlo? ¿Que te responderían los que allí murieron?
Quizás mi misión como idea es plantear esto y la de otra rebatirlo, puede que me equivoque o puede que no. Nunca sabre la respuesta a ¿Quién soy yo?


Atrapado

Solo escucho la voz arrepentida de mis pensamientos. Solo veo sombras en la penumbra.
Siempre fui mudo pues mi voz no recitó las palabras que habitaban en mi corazón. Siempre fui ciego pues mi mente distorsionó mi vista para embellecer lo horrible.
En el cuadro jamás pintado, un niño desnudo llora. La canción más bella es silencio.
Atrás mio queda el pasillo de las infinitas habitaciones, ante mi la única puerta.
La cerradura siempre estará cerrada pues no se creó la llave.
El corredor se compacta hasta que no queda nada más que la pregunta de como abrirla

viernes, 22 de enero de 2016

Incongruencia

De puertas para fuera un ángel, de puertas para dentro un demonio.
La doble moral que impera en nuestras vidas, la máscara que oculta nuestro verdadero rostro.
¿Existe la bondad? Si, pero hacemos gala de ella cuando nos interesa y con quien nos interesa, nada es gratis.
Muchos sentimientos puramente egoístas nos llevan a ser bondadosos, no para ayudar al prójimo, sino para ayudarte a ti, siempre hay una razón para un comportamiento.
Somos un producto de nuestras circunstancias, no tiene ningún merito ser quien eres, por que eres lo que te rodea, la suma de perspectivas de tu entorno, lo que el mundo quiere que seas.
Si hubieses nacido en la casa de enfrente serías lo que la casa de enfrente quiere que seas, es un burdo ejemplo.
Camellos, leones y niños, el superhombre, sería bonito pero somos esponjas cuyo juicio y cuyas decisiones están predispuestas a tomar una dirección.
La libertad, la inmensidad de un mar negro en calma, un barco, una bandera, dos tibias, una calavera...

¿Loco?

-La lección de hoy versará sobre el nihilismo. La realidad jamás sera conocida, los valores y moralidades son inexistentes.
Hubo una breve pausa. Se tocó la comisura de los labios y continuó.
-Si, lo que usted dice es lo que dicta el sentido común, aun así jamás conoceremos lo que nos rodea pues estamos limitados por nuestros sentidos y nuestro cuerpo material. Solo si...
El sonido de una mano tanteando con el picaporte interrumpió la lección. Un hombre ataviado por completo de blanco entró en la habitación.
-Señor Gómez su medicación.-dijo
Cabizbajo extendió su delgada mano y murmuro:
-Gracias.
Esperó a quedarse solo otra vez para continuar con su discurso.
-Bien, como iba diciendo...
Al otro lado de la puerta un hombre esperaba al enfermero.
-¿Y bien?-le preguntó cuando echó la llave.
-No se doctor, es muy desconcertante. Parece como si quisiese hacernos creer que está loco.

Los dos se asomaron por el cristal de la puerta y vieron a un hombre conversando con una almohada y un jersey.

¿Y si somos?

-¿Como sé que no soy más que un puñado de letras en un libro viejo? Mis pensamientos y todo mi ser podrían abarcar un par capítulos, hasta que el escritor se cansase...
-A lo mejor somos la simulación de un ordenador que recrea todas las probabilidades posibles en forma de infinitos universos...
-La creación de unas máquinas que nos necesitaron para existir. ¡Una paradoja temporal!
-O las células de un ser superior, realizamos sus funciones vitales. Le mejoramos y enfermamos...
-¡El esperpento de un estudio futurista!
-¡El delirio de un una planta moribunda!
-¡El sueño de un dinosaurio!
La conversación comenzó a degenerarse según iban acumulándose las copas en la mesa.
-Lo que somos, y creo que coincidimos todos en ello...
Las voces se unieron al unísono formando un coro de voces ebrias gangosas.
-¡Unos borrachos ignorantes!
-Amén 

miércoles, 20 de enero de 2016

Cuando exista más de una realidad....¿O ya existe?

Un año hubo que esperar para ver la primera muerte causada por la realidad virtual.
Los forenses inspeccionaban la habitación del suceso. Un joven espectacularmente obeso yacía inerte entre bolsas de aperitivos y botellas vacías de refrescos.
Uno de los agentes intentaba consolar a su madre que lloraba y pataleaba como una niña.
-Intente ayudarle, de verdad. Él antes era normal, ¿Sabe?, Cuando no tenía el dichoso aparato ese.
El policía apoyó su brazo en el hombro de la mujer.
-No se castigue, usted no tiene la culpa.
Pero ella no pareció siquiera percatarse de la presencia de otra persona en la habitación y prosiguió:
-Tenía novia, amigos, jugaba en el equipo de baloncesto del instituto. Pero cuando se compró ese casco, dejó de salir, su novia tenía que venir a verle hasta que se hartó. Le pillaba masturbándose con el casco puesto y ni se inmutaba de que estaba allí.
El agente se giró para ver el vertedero en el que se encontraba y topó con un montón de pañuelos usados con restos de semen. Asqueado volvió a prestar atención a la declaración de la mujer.
-Pasaba horas, incluso días en su habitación sin salir. Allí tenia todo, sexo, videojuegos... Me gritaba que le trajese esta porquería de comida-le dio una patada a un bolsa de patatas- Comenzó a engordar muchísimo y le dije que no lo haría si no buscaba ayuda, que estaba enganchado. Paso bastante tiempo hasta que lo aceptó. ¿Y sabe que me dijo?
El agente abrió la boca sin llegar a preguntar pues la mujer siguió relatando la historia de su hijo.
-Que lo haría, que se había bajado un programa de ayuda psicológica. Que tonta soy, pensé que iba a funcionar. Mi niño...
La mujer volvió a romper en llanto y el forense la dejó desahogarse.
Se giró a observar el gigantesco cuerpo del chico y pensó “ Se abrió la lata...”

Demasiados snoobs

Dos viejos compañeros de bellas artes se encuentran en un prestigioso museo y tras los respectivos saludos se dedican a comentar la escultura que tienen en frente.
-Yo creo que esta obra refleja parte de la filosofía nihilista además de presentar una crítica al materialismo imperante en la sociedad moderna contemporánea..
-No tienes ni idea- le interrumpió- Esta escultura es una alegoría al amor, ya que presenta la antítesis del sentimiento eterno frente al hombre mortal. La forma de la obra nos indica la contraposición de la belleza y el odio, incluso asco, cuando los sentimientos mueren.
-Sigues igual de estúpido desde la facultad- terció el otro- El autor quiere expresar por medio de esta escultura, que la propiedad y lo material es la jaula que encierra a lo metafísico, pues conscientes de nuestra muerte intentamos traspasar nuestra alma a los objetos que compramos...
-Tu si que eres tonto...
La charla siguió acalorándose hasta que alguien les dio un golpecito en la espalda.
-Disculpen caballeros ¿Me permiten pasar?
Un hombre con un traje azul en el que se leía claramente “Mantenimiento” tiró unos papeles a la papelera.
Los dos se miraron avergonzados y acto seguido emprendieron la carrera hacia la salida

lunes, 18 de enero de 2016

Metal y óxido




La nieve iba cubriendo lentamente los oxidados tejados de las gigantescas fábricas abandonadas, que se erigían solitarias en un desolado paraje ubicado a cientos de kilómetros de la ciudad más cercana.
Si antaño fue fácil identificar a que sector se dedicaban o que productos fabricaban, hoy, el paso del tiempo era demasiado pesado como para diferenciar simples escombros y ruinas de color metálico-cobrizo de otros prácticamente idénticos.
La luna no reflejaba su luz, pues no quedaba ningún cristal en las ventanas suficientemente grande como para proporcionarla un espejo con el que engalanarse.
Grandes planchas de metal, que un día fueron puertas estaban enterradas casi por completo, entre ruinas y nieve, ninguna cumplía su designio ya.
Hileras de farolas recorrían las rectas calles, algunas habían optado por descansar y yacían recostadas en el acolchado lecho blanco, otras se mantenían orgullosas e imponentes intentando disimular su vergüenza, pues cuatro eran las que aun seguían iluminando, y superiores a sus hermanas, reinaban el lugar.
El invierno había vuelto a derrotar al triste y nostálgico otoño, que con la miel de la victoria aun en los labios, debía preparase para la contienda contra su peor y más odiada enemiga, la coqueta y creída primavera, no había tiempo que perder.
La nieve no dejaba de caer, tampoco disminuía su intensidad, y a veces, cuando se acumulaba una capa de gran grosor en alguna superficie, esta no solía aguantar su carga y se derrumbaba creando alboroto en la fantasmagórica urbe, que junto con el sonido de algún animal que otro (sobretodo maullidos de gatos que buscaban cobijo desesperadamente) era lo único que rompía el silencio.
Pero justo, en esta noche, apareció un elemento externo dispuesto a acabar con la familiar monotonía.
El eje temporal eterno se rompió cuando la luz de una de las cuatro reinas, mostró a sus conciudadanos algo que llevaba mucho tiempo sin existir allí.
Un sombrero fue lo primero en vislumbrase, este, hacia de corona a un hombre alto, una gabardina negra demasiada ancha para tan enclenque figura le llegaba hasta las rodillas de unos descosidos y grises pantalones que desembocaban en unas botas gruesas y largas, en las que unicamente se podía apreciar el marrón con el que fueron concebidas si uno miraba a conciencia.
El hombre sostenía un paraguas deshilachado hasta tal punto, que las varas que sustentan la membrana de tela, proporcionaron por primera vez en mucho tiempo un espejo para una luna inundada de lagrimas de felicidad.
Cuando el hombre abandonó el circulo amarillo, la emoción de los silenciosos edifico dio paso a un desgarrador suspense.
La figura volvió a recibir la ovación del público cuando la soberana del reino Mitad volvió a mostrarle a su emocionado pueblo.
Pero otra vez despareció el causante de tal revuelo, y la desesperación y la ansiedad volvieron a poseer el lugar.
Mucho tiempo pasó hasta que el hombre apareciera por el tercer reino de luz. Ahora cubierto casi por completo de nieve y sin paraguas, sus brazos se apretaban furiosamente contra el pecho en espasmos.
Se detuvo repentinamente y murmuro algo inteligible, miró a su derecha hacia donde se encontraban los restos de un edificio que conservaba el número de su dirección, aun borroso y desgastado, situado encima de donde un día hubo una gran puerta pensada para transportes era visible, el 3.
La figura volvió a fundirse con las sombras y desapareció bajo el brazo de silencio. Todo parecía volver a recobrar el sentido.
Un chirrido atronador resonó en todo el lugar y por un momento reinó sobre todo lo allí existente y el método que usa un ciego para ver, el sonido, fue lo que hizo capaz de seguir los movimientos de la extraña figura.
El desconocido entró en una habitación cuya oscuridad era tal, que era incapaz de ver un centímetro más allá de sus ojos. Asustado, toqueteo nerviosamente la pared en busca de algún tipo de interruptor.
Algo increíble sucedió, un objeto que se creía extinto se manifestó y mostró su poderío. Una bombilla salió de su prisión olvidada e iluminó la sala causando más impresión y revuelo a los inertes espectadores que si se tratase de una supernova.
Un despacho con una mesa de madera podrida y astillada sostenía una copa de cristal, pulida a la perfección transparentaba algún tipo de licor de color marrón muy fuerte para el olfato que dañaba a los sentidos casi tanto como los rubís de color sangre de su empuñadura.
Custodiando la reliquia, había un hombre joven cuyos rasgos era de una belleza sin igual, indescriptible y dolorosa su visión. Se tocó la coleta que recogía sus cabellos de color oro, hizo una mueca mientras sus aterradores ojos enfocaban al recién llegado y sus dientes color perla iluminaron la sala cuando sonrió.
-Me complace verte, llevo mucho esperándote- dijo una voz aterradora mente melódica mientras levantaba la preciosa copa- ¡salud!



domingo, 10 de enero de 2016

Llamas

Fue la pasión de la juventud lo que me llevó a cometer semejante acto, pues anciano ahora no me arrepiento, pero carezco del valor ciego como arma.
El castigo que eternamente cumpliré, fue creado por el miedo de mis hermanos, temerosos de posibles represalias de su creación, a la que yo solo iluminé con fuego.
Considero mi tormento peor que el de Ticio, condenado a que sus entrañas sean devoradas sin descanso por buitres. Jamás podré besar a lo que de mi nació, pues dí a luz al ser que habita en las jaulas de carne y hueso.

Atado en las gélidas alturas no puedo instruir en el don que regalé, solo puedo observar como mi creación busca tristemente un padre que les enseñe.

Ciudad gris

Silencio, todo era silencio.
Ante mis ojos, la ciudad perdida que tanto tiempo evoco en mis sueños. Sus calles y edificios van brotando de la nada, como plantas que luchan por un poco más de sol, alzándose impetuosos con gesto amenazador hacia todo aquel que se digna a contemplarlos.
Yo no era bienvenido allí, sus miradas inertes reflejaban desprecio. Pero tampoco yo quería estar allí, en la ciudad que esta en ningún lado, la que solo pertenece al plano onírico.
No hay nada, ni un alma, solo silencio.
Comienzo a caminar por sus calles, sintiéndome tan diminuto como una hormiga entre sus titánicos habitantes sin vida. Estas construcciones no se parecen a nada de lo que haya visto. Recuerdo el día fui a la capital, quedé maravillado por la altitud y complejidad de sus edificios, pero incluso estos eran ridículos comparados con los que ahora me rodean.
Hoy mi rumbo será hacia el Este, no recuerdo exactamente cuantos días he recorrido Ciudad Gris, (es así como la llamo debido a que todo es de ese color, hasta los cristales de las ventanas,) pero he explorado la mitad Oeste hasta llegar al edificio que tiene una cúpula en su cumbre, y tengo planeado llegar hasta el mismo punto en la dirección opuesta, para asegurarme de que no me dejo nada sin investigar.
De momento solo encuentro silencio.
Dije que no había una excepción y que todo era de color gris, pero hay otro color, no esta en la ciudad sino encima de ella. El cielo, el cielo es purpura, pero no un purpura común, es de un color único y escalofriante. No consigo aguantar mucho mirándolo, al hacerlo, noto como unas garras aprietan mi corazón y el terror se apodera de mi, haciéndome sentir como un cachorro al que acaban de separar de su madre.
Sé que algo maligno provoca ese color y cada vez estoy más seguro, de que, es la causa que también propicio la decadencia y destrucción de la ciudad que solo aparece en mis sueños.
Mi Ciudad Gris...